Emperatriz Alvarado Fuentes (39), nació en Lima, tiene una hija de 22 años y un hijo de 14 y tiene una pareja que es tu gran apoyo. Nos brinda su testimonio.
Soy la penúltima de 10 hermanos y desde muy pequeña admiraba mucho la moda de mis hermanos mayores, en los años 80, y como pasábamos carencia económicas, lo que hacía era convertir la ropa de mis hermanos en ropa para mi, era una manera de transformarlo, no había límites, cualquier prenda la adaptaba a mi gusto, pues yo quería vestir bien y diferente a las demás chicas: Fue así que a mis siete años de edad, nació en mí esta pasión por el diseño de moda.
Estudié Diseño de Moda en el Instituto Selene, no podía costear el curso, es así que la directora del Instituto me ofreció una beca a cambio de trabajar en atención al cliente y ahí aprendí mucho.
Mi negocio empezó el año 1997, pero por asuntos personales lo dejé, me dedique a mis hijos, pues para mí era muy importante su educación e invertir el tiempo para ellos, ya luego más adelante podría dedicarme a mí. Cuando tuve a mi hija, hice mis primeros vestidos para ella y para sus muñecas, y pensé que, porque no hacerlo también para otras personas. Bueno, fue entonces que me repetía una y otra vez, me tengo que especializarme, tengo que capacitarme si más adelante deseo hacer empresa, porque ese era mi sueño.
El 2007 ya tuve mi primera máquina, y luego compré otra con algunos ahorros y con el apoyo del padre de mis hijos, desde entonces logre constituir la empresa EMPAL COLLETIONS, luego me propuse terminar la secundaria pues muy joven me casé y deseaba seguir adelante y progresar, luego me divorcié, pero agradezco al padre de mis hijos, porque gracias a él descubrí la fortaleza que tengo para salir adelante y mantengo una relación de amistad y respeto con él.
Ya sola tuve que demostrarme como mujer y madre que podía alcanzar mis sueños y alquile un pequeño local en un mercado de san Juan de Lurigancho, ahí hacia mis prácticas de confección así como la de diseñar vestidos de 15 años y de promoción escolar, pues mis hijos cursaban estudios y eso me ayudó a tener clientes, luego me especialice en un curso de alta costura en el instituto Art Nouveau que me abrió las puertas, eso me dio la fuerza de continuar con el taller.
Pasado un tiempo y tras cambios de lugar de trabajo, decido hacerlo desde mi casa, con el apoyo de mis hijos. Es ahí cuando contrato a dos chicas, pues ya tenía más pedidos. Pero uno no escapa de la pruebas de la vida, aunque para eso ya estaba preparada: Llegó el momento que no podía continuar en la casa donde vivía y tuve que mudarme, lo que implicaba gastos. Encontré un buen lugar, donde la dueña tenía un local comercial amplio y al enterarse de mi trabajo, me lo dio sin cobrarme un sol. Fue entonces que hice un préstamo y me compré 07 máquinas, más adelante tuve que mudarme nuevamente; pero esta vez tuve que hacerlo a un lugar pequeño y solo deje mi pequeña oficina y máquinas semindustriales, Gracias al apoyo de mi madre, construí el segundo piso de su casa en Lince, donde actualmente se encuentra mi taller y donde tengo mis máquinas industriales. Asimismo encuentro aquí mi mercado y los trabajos que realizo en paralelo.
Luego decido estudiar algo para fortalecer mi empresa y lo hice en ILADE, tomando el Curso Gestión de Pequeñas Empresas, allí conocí al Lic. Eduardo Lastra, a quien lo considero como mi mentor y formador. También hice en ILADE, el Diplomado Gerencia y Liderazgo. Estos dos cursos me han enseñado que tener una empresa no es para estafar a los clientes, hay que ser muy transparente, responsable, y amar lo que se hace.
En mi giro que es textil, en realidad hago de todo un poco: Hago polos, pantalones, cortinas, cojines. Sin embargo, mi especialidad es vestidos de noche, me encanta hacer vestidos para 15 años, matrimonios, promociones de gala ó coctel. Ofrezco mis servicios utilizando las relaciones sociales, porque eventos a los que voy me promociono, hacerlo así me parece más personalizado. Por ahora, no tengo miras de abrir una boutique, pero si mi mercado sigue siendo personalizado.
Cuando armo un vestido me enamoro de él, le pongo todas las ganas, me apasiona, me encanta colocar la pedrería, trato de darle a mis acabados algo mágico, me imagino tener puesto ese vestido, pues es un sueño hecho realidad. Porque de niña quería tener vestidos como lo que hago.
En cuanto a mis logros: Fue realizarme como empresaria, sumado a ello el haber terminado una carrera técnica a pesar de los obstáculos. Este año he ingresado a la universidad UPC en la carrera de Administración y Gerencia del Emprendimiento, eso me ayuda mucho a administrar mi empresa, porque mi idea es hacer una especie de corporación, no me pongo límites, creo que la vida es para dar, recibir y crecer. He formado la Asociación AEDIM (Asociación de Emprendedores de Diseño de la Moda) donde podemos ayudar, enseñar y preparar a jóvenes emprendedores, aquellos que no han tenido la oportunidad de culminar sus estudios y ahora pueden hacerlo. Yo me siento en la obligación de apoyarlos, si la vida ha sido muy generosa conmigo, entonces por qué no ser esa persona que empiece a devolver, es bueno sentirse útil hacia los demás, enseñar lo aprendido, ser solidario. Me considero una persona de buen corazón, pero también de carácter fuerte.
En AEDIM me siento muy orgullosa, felizmente tengo un buen equipo de trabajo, y nuestro único fin es apoyar a estos chicos, contribuir al país creando trabajo para quienes lo necesiten. Más adelante espero tener mi escuela de Alta costura.
Tenemos que empezar por uno mismo, admirarse y aceptarse como tal y cuando lo haces te sientes valioso, sientes que puedes lograr muchas cosas, en el camino se presentarán obstáculos pero aún así tienes que continuar.
La caída que más me afectó fue cuando falleció mi padre, me deprimí y hubo un momento de no continuar con el trabajo, a raíz de ello me concentré mas en mis hijos y mi familia y deje de lado a la persona que yo quería y al final me encontré sola. Emocionalmente estaba mal, al recordar mi época escolar, cuando tenía 10 años, en el colegio yo renegaba mucho por qué mi padre me había puesto ese nombre hasta que una vez mi padre me sentó y me miro a los ojos, me tomó por los hombros y me dijo: tu nombre algún día va ser muy grande y ahí te vas acordar de mí: Lo que logres hacer dará mucho valor a tu nombre y la carrera que tú puedas elegir es la carrera que tu vas a identificar. Eso me marcó mucho y sus palabras me venían a la mente y eso me animo a seguir adelante, lo escuchaba dentro de mí decir: hija tienes que continuar porque todavía no has empezado, nada: lo mejor está por venir.
Ahora, me da pena que mi padre no está conmigo y no puede ver lo que estoy haciendo. Luego de retomar todo, logré continuar mi relación con la persona que estuvo conmigo siempre, mi actual pareja es mi impulso, mi motivación, es una de las personas que siempre me escucha y me alienta, muchas de las personas que he conocido es gracias a él, me acompañaba a todo lugar, él cree en mi y por eso estamos bien. Otros proyectos en los que estoy involucrada: La Red de Jóvenes Empresarios REDJEP, me invitó a ser la secretaria nacional de REDJEP y ahí aprendí muchas cosas, me ayudó a crecer profesionalmente y a descubrir mi talento de hablar en público. Me dieron la oportunidad de capacitar a jóvenes y desde entonces me convertí en COACH y como ya había llevado un diplomado de asesoría de imagen en el instituto LCQ, di mis charlas de asesoría de imagen personal y profesional, además de asesorarlos para que puedan emprender una empresa y mantenerla, apoyarlo en lo posible para que sean buenos empresarios. También en la
ONG CAJEP (Cámara de Empresarios y Jóvenes Emprendedores) soy miembro activo y me invitan a ser parte del grupo de oratoria.
Mis recomendaciones los empresarios: Cuando tengan que hacer algo háganlo bien. Luchen por cristalizar sus ideas, sean buenos empresarios, realizándose como personas íntegras, servidores de nuestro país, ejemplo para la familia. Valoren a sus trabajadores, porque gracias a ellos la empresa avanza, seamos líderes, con ética.